Posted at 2011/04/11
Era el año 1897 y hacia poco que el general Julio A. Roca había terminado triunfalmente la Conquista del Desierto, campaña militar contra los indios patagónicos -mapuches y tehuelches-
El vasco Florencio de Basaldúa (Bilbao, 1853), amigo personal del general Roca, aventurero, emprendedor y utópico, le hace una sorprendente propuesta: crear una nueva Vasconia en tierras argentinas. Sugiere un nombre -Eskal Berri-, indica su posible situación -entre los paralelos 44º30' y 47º30'- e, incluso, señala las localizaciones de algunas de las futuras poblaciones.
Mapa de la colonia vasca que Florencio Basaldúa propone en 1897 al presidente de la República Argentina, Julio A. Roca. Se pueden identificar en él localizaciones como: Bilbao, Donostia y Baiona (en la costa), Orduña, Pamplona y Vitoria (en el interior), Ibañeta, puerto que cruza los Andes...
La idea de Basaldúa es llevar unas 10.000 familias vascas a la nueva colonia en tres años. Sus objetivos son, por una parte, alejar a esos vascos de la tiranía española y francesa y, por otra, preparar la independencia Vasco europeo, al igual que lo estaban haciendo los polacos e irlandeses de Norteamérica.
Merece la pena recordar que para entonces ya existía una colonia de galeses en la cuenca del río Chubut, al N de la futura colonia vasca.
Este podía haber sido el mapa de la Patagonia si hubiera prosperado la idea de Florencio de Basaldúa.
Pero ¿que se pensaba en el País Vasco sobre esta posibilidad? En la vieja Euskal Herria eran cada vez más las voces que hablaban de una situación inaguantable: pérdida de los Fueros tras la derrota carlista (lo que trajo como consecuencia, entre otras, que los vascos tuvieran que realizar de forma obligatoria el servicio militar en el ejército español; el euskera, el idioma de los vascos, era incapaz de resisitir el avance de las lenguas romances; las nuevas ideas liberales se iban abriendo camino en el conservador solar vasco...
Adema Zaldubi , prestigioso canónigo de Baiona, exclama: "Qui sait? Tandis qu’ici, aux deux versants des Pyrénées, tant de Basques se résignent trop aisément à l’extinction de leur nationalité, le même peuple se reproduira peut-être bientôt plus grand qu’il ne le fut jamais sur les plages libres que lui offre l’Amérique"
Sabino Arana, fundador del nacionalismo vasco, dice en 1894: "Nosotros, los euskerianos, debemos saber que la Patria se mide por la raza, la historia, las leyes, las costumbres, el carácter y la lengua, y que esta Euskeria nuestra podría ser tan Euskeria, asentada en las estribaciones occidentales del Pirineo y en el Golfo de Bizkaya, como trasladada a una isla del Pacífico o a las costas de los Grandes Lagos africanos"
Es sorprendente que Arana no haga mención a Argentina, destino de decenas de miles de emigrantes vascos en esa época. Tal vez se lo impida su vivo espíritu anticolonialista porque, a continuación, añade: "Mientras existan familias indígenas en los archipiélagos y en los extensísimos territorios del continente americano, a ellas pertenecen unos y otros y no a los europeos, que se los han usurpado a aquellas pobres gentes" Cosas del mil veces injuriado Sabino Arana.
Se puede ampliar información sobre este tema en el interesante artículo de Kepa Altonaga Daniel Lizarralde medikuaren Moskorrak (1899) eta Florentzio Basalduaren Argentinako Euskal Herri Berria
El vasco Florencio de Basaldúa (Bilbao, 1853), amigo personal del general Roca, aventurero, emprendedor y utópico, le hace una sorprendente propuesta: crear una nueva Vasconia en tierras argentinas. Sugiere un nombre -Eskal Berri-, indica su posible situación -entre los paralelos 44º30' y 47º30'- e, incluso, señala las localizaciones de algunas de las futuras poblaciones.
Mapa de la colonia vasca que Florencio Basaldúa propone en 1897 al presidente de la República Argentina, Julio A. Roca. Se pueden identificar en él localizaciones como: Bilbao, Donostia y Baiona (en la costa), Orduña, Pamplona y Vitoria (en el interior), Ibañeta, puerto que cruza los Andes...
La idea de Basaldúa es llevar unas 10.000 familias vascas a la nueva colonia en tres años. Sus objetivos son, por una parte, alejar a esos vascos de la tiranía española y francesa y, por otra, preparar la independencia Vasco europeo, al igual que lo estaban haciendo los polacos e irlandeses de Norteamérica.
Merece la pena recordar que para entonces ya existía una colonia de galeses en la cuenca del río Chubut, al N de la futura colonia vasca.
Este podía haber sido el mapa de la Patagonia si hubiera prosperado la idea de Florencio de Basaldúa.
Pero ¿que se pensaba en el País Vasco sobre esta posibilidad? En la vieja Euskal Herria eran cada vez más las voces que hablaban de una situación inaguantable: pérdida de los Fueros tras la derrota carlista (lo que trajo como consecuencia, entre otras, que los vascos tuvieran que realizar de forma obligatoria el servicio militar en el ejército español; el euskera, el idioma de los vascos, era incapaz de resisitir el avance de las lenguas romances; las nuevas ideas liberales se iban abriendo camino en el conservador solar vasco...
Adema Zaldubi , prestigioso canónigo de Baiona, exclama: "Qui sait? Tandis qu’ici, aux deux versants des Pyrénées, tant de Basques se résignent trop aisément à l’extinction de leur nationalité, le même peuple se reproduira peut-être bientôt plus grand qu’il ne le fut jamais sur les plages libres que lui offre l’Amérique"
Sabino Arana, fundador del nacionalismo vasco, dice en 1894: "Nosotros, los euskerianos, debemos saber que la Patria se mide por la raza, la historia, las leyes, las costumbres, el carácter y la lengua, y que esta Euskeria nuestra podría ser tan Euskeria, asentada en las estribaciones occidentales del Pirineo y en el Golfo de Bizkaya, como trasladada a una isla del Pacífico o a las costas de los Grandes Lagos africanos"
Es sorprendente que Arana no haga mención a Argentina, destino de decenas de miles de emigrantes vascos en esa época. Tal vez se lo impida su vivo espíritu anticolonialista porque, a continuación, añade: "Mientras existan familias indígenas en los archipiélagos y en los extensísimos territorios del continente americano, a ellas pertenecen unos y otros y no a los europeos, que se los han usurpado a aquellas pobres gentes" Cosas del mil veces injuriado Sabino Arana.
Se puede ampliar información sobre este tema en el interesante artículo de Kepa Altonaga Daniel Lizarralde medikuaren Moskorrak (1899) eta Florentzio Basalduaren Argentinako Euskal Herri Berria