Cuando llamábamos desde Chile para reservar alojamiento en Mendoza, la respuesta era siempre la misma: tenemos todo completo. Empezamos a pensar que el terremoto había desviado el turismo de Chile a la ciudad mendocina. Pero no, la razón era otra: celebraban la Fiesta de la Vendimia. Lógico: Marzo, finales del verano austral.
Mendoza está enclavada en una zona con clima semidesértico, con veranos cálidos y de poca precipitación. Los excelentes parques que adornan la ciudad y la rica zona agrícola de sus alrededores son obra del hombre que ha sabido aprovechar los ríos que bajan de las cumbres andinas. Muchas de las calles de la ciudad tienen, entre la calzada y las aceras, acequias que sirven para regar los árboles de los parques y calles.
Éste, su verdor en pleno desierto, es el mayor atractivo de la ciudad... junto a los efluvios vitivinícolas que llegan de las pequeñas ciudades-satélite -departamentos- de sus alrededores (el 60% de la producción argentina).
Nosotros elegimos el departamento de Maipú (a unos 15 km del centro) para degustar los vinos de la zona.
En cuanto a la Fiesta de la Vendimia, que algunos mendocinos nos la equiparaban a los Carnavales de Río, nada: desfiles de ambiente provinciano y elección de la Reina de la Vendimia entre las diferentes candidatas departamentales.
Martxoak 4/5
2010/03/30
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