Es el año del Señor (?) de 1520. Las cinco naos del portugués
Fernando de Magallanes navegan en paralelo a la costa americana, rumbo
sur. Buscan un paso hacia el nuevo mar que saben a poniente. Remontan
los grandes estuarios y los van descartando por el sabor dulce de sus
aguas. El 1 de Noviembre entran en el estrecho que llamarán de Todos los
Santos y, después de múltiples vicisitudes, 26 días más tarde, llegarán
al nuevo océano. El mismo Magallanes lo bautizará como Océano Pacífico.
Están convencidos de que la tierra que han dejado al sur (Tierra de
Fuego) es inmensa.
Se necesitarán casi 100 años más para que los
europeos sepan que se trata de una isla de dimensiones modestas y que es
posible otra ruta para alcanzar el Pacífico: bordear esa isla por el
sur dejando al norte el mítico Cabo de Hornos.
Llegamos
a Punta Arenas desde Puerto Natales en un cómodo viaje en autobús. Esta
ciudad, la única del Estrecho, fue fundada en 1848 y creció al calor de
su puerto. Por aquí pasaban sin cesar buques balleneros, loberos,
mercantes.... La apertura del Canal de Panamá en 1914 redujo
drásticamente el tráfico marítimo a través del Estrecho de Magallanes y,
por tanto, la actividad del puerto de Punta Arenas..
Aún
así, sigue siendo un buen lugar para apostarse en la playa y, con la
Tierra de Fuego de telón de fondo, ver pasar alguno de los pocos
mercantes que surcan las aguas rumbo al Atántico o al Pacífico. Es
sugerente imaginar que por estas desoladas tierras y solitarias aguas
navegaron, además de Fernando de Magallanes (junto con Juan de
Zubileta), el corsario Francis Drake (1578) o el capitán del famoso Beagle, Robert Fitz Roy (1834).
Milicos de patrulla por la playa..
Puerto y cormoranes.
En el acogedor café El Inmigrante
en Punta Arenas preguntamos al dueño sobre el sentido de ese nombre en
un pueblo en el que todos son emigrantes. Éste, un robusto mocetón de
mediana edad, nos habla de sus antepasados croatas. Vinieron a finales
del siglo XIX y se dedicaron a la manufactura textil.
Las paredes
de la cafetería están decoradas con antiguas fotografías de la familia y
de otros miembros de la comunidad croata, tan importante en la ciudad
y, en general, en toda la zona del Estrecho.
Nos cuenta que el origen de la emigración croata hay que buscarlo en la fiebre del oro
que se desató hacia 1880. Las arenas auríferas de las playas atrajeron
inmigrantes de todo el mundo y entre ellos destacaron los croatas (¡un
30% del total!). La mayor parte de estos ciudadanos austrohúngaros provenían de la región costera de Dalmacia.
Posteriormente y para evitar la deschilenizacion de la zona las autoridades potenciaron la emigración de chilotas (población originaria del Archipiélago de Chiloé) instaurando una línea marítima regular Chiloé-Punta Arenas.
Atravesamos el Estrecho por Punta Delgada en la llamada 1ª Angostura. El ferry apenas necesita un cuarto de hora para llevarnos a Tierra de Fuego.