2020/05/08

BIZKAIA SEGÚN JOHN ADAMS

En 1787 John Adams estaba en Londres realizando labores diplomáticas para su joven país. Allí escribió, en tres volúmenes, A Defence of the Constitutions of Government of the United States of America (Defensa de la Constitución de los Estados Unidos de América).
La publicación fue estimulada por los escritos de Jacques Turgot y de Richard Price. Los libros están organizados en Cartas.
En el primer volumen Adams describe y explora varias formas de gobierno antiguas y modernas. Analiza las formas democráticas de gobierno de varios cantones de Suiza, de San Marino, Bizkaia, formas de gobierno aristocráticas en Venecia y Génova, repúblicas con monarca como Inglaterra y Polonia, y antiguas repúblicas como Cartago, Roma, Corinto, Atenas, Creta y Tebas.

La Carta IV del primer volumen está dedicada casi íntegramente a Bizkaia. 

Junto a múltiples inexactitudes históricas y un cierto tono prerromántico, John Adams, que con el correr de los años llegaría a ser presidente de su país, hace en esta carta una encendida defensa de la libertad. A esta libertad atribuye el norteamericano el mayor nivel de vida que cree apreciar en los territorios vascos, comparados con los de su entorno.

Aquí está nuestra traducción:




DEFENCE OF THE CONSTITUTION

Vol I (1787)


LETTER IV.

BISCAY.


 (DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN. Vol I (1787). CARTA IV. BIZKAIA)

Estimado Señor:
En una investigación como esta, en busca de aquellos pueblos de Europa que han tenido la habilidad, el coraje y la fortuna de preservar una voz en su propio gobierno, Bizkaia, en España, no puede, en absoluto, ser omitida. Mientras sus vecinos han abandonado hace mucho tiempo todas sus pretensiones en manos de reyes y curas, este extraordinario pueblo ha preservado su antigua lengua, genio, leyes, gobierno y costumbres, sin innovaciones, más tiempo que cualquier otra nación de Europa. De linaje celta, habitaron algunos de los mejores lugares de la Bética, pero su amor a la libertad y su invencible aversión a la esclavitud por el extranjero, les hizo retirarse cuando fueron invadidos y vencidos en antiguas batallas, a estos montañosos países llamados por los antiguos, Cantabria.


Fueron gobernados por condes, enviados por los reyes de Oviedo y León, hasta el año 859, cuando encontrándose sin líder, porque Zeno, el que los comandaba, había sido hecho prisionero, se alzaron y cogieron las armas para resistir a Ordoño, hijo de Alfonso III, cuyo dominio era excesivamente riguroso para ellos. Eligieron como líder a un descendiente de sangre real de Escocia, por parte de madre, y yerno del gobernador Zeno. Le eligieron como su señor porque había vencido a Ordoño en el año 870.
Sus descendientes, que tendrán después el nombre de Haro, le sucederán, de padre a hijo, hasta que el rey Don Pedro el Cruel, habiendo ejecutado a aquellos que estaban en posesión del Señorío, los obligó a un tratado, por el cual Bizkaia se unió, bajo el título de Señorio, con Castilla. Por dicho acuerdo, el rey de España es ahora Señor de Bizkaia. 
 
Es una república y uno de los privilegios en que más insisten es en no tener ningún rey, que cada nuevo señor, para serlo, debe venir al país en persona, con una de sus piernas descubierta, y jurar que preservará los privilegios del Señorio. El actual rey de España es el primero que ha sido halagado con el consentimiento de que el juramento sea realizado en Madrid, aún cuando la otra humillante e irrespetuos ceremonia haya sido abandonada hace tiempo.
El interés en su defensa ha rodeado con murallas todas las ciudades de la región. Estas son 21, siendo las principales Orduña, Laredo, Portugalete, Durango, Bilbao y Santander. Bizkaia está dividida en nueve merindades, especie de jurisdiciones como un departamento, y cuatro ciudades en la costa. La capital es Bilbao. El país es una conjunto de muy altas y escarpadas montañas, accidentado y rocoso hasta el grado de que una compañía de hombres apostada en una de esas montañas, podría defenderse tanto tiempo como pudiera subsistir, haciendo rodar rocas sobre el enemigo. Esta formación natural del territorio, que ha hecho impracticable el avance de los ejércitos, y el osado espíritu de los habitantes, ha preservado su libertad.

Activos, vigilantes, generosos, valientes, duros, inclinados a la guerra y a la navegación, han disfrutado durante dos mil años de la reputación de ser los mejores soldados y marineros de España, e, incluso, de ser los mejores cortesanos, habiendo alcanzado, algunos de ellos, por su ingenio y actitud, oficios de importancia en la corte de Madrid. Sus valiosos atributos los han llevado a ser estimados por los reyes de España, quienes hasta la fecha les han dejado en posesión de aquellas grandes exenciones de las que son tan celosos. En efecto, en 1632, la corte puso un impuesto sobre la sal: los habitantes de Bilbao se levantaron y masacraron a todos los funcionarios encargados de cobrarlo, así como a todos los funcionarios del gran almirante. Fueron enviados tres mil soldados con objeto de castigarlos por rebelión: pelearon contra ellos y los derrotaron totalmente, siendo empujados al mar la mayor parte de ellos, lo que desanimó a la corte para continuar con su plan de impuestos. Desde entonces el rey no tiene funcionario de ningún tipo en el señorío, excepto su corregidor.

Muchos escritores atribuyen su floreciente comercio a su situación, pero como esta no es mejor que la de El Ferrol o La Coruña, la ventaja es más probable que sea debida a su libertad. Viajando a través de este pequeño territorio, podrías imaginarte que estás en Connecticut. En lugar de miserables cabañas hechas de barro y cubiertas con paja, ves el país lleno de grandes y cómodas casas y establos de los granjeros; los campos bien cultivados y ricos y felices pequeños propietarios. Los caminos, tan peligrosos e intransitables en la mayor parte de los otros sitios de España, son aquí muy buenos, habiendo sido hechos con gran esfuerzo.
Aunque el gobierno es llamado democracia, no podemos encontrar aquí toda la autoridad concentrada en un centro. Hay, por el contrario, tantos gobiernos distintos como ciudades y merindades. El gobierno general tiene, al menos, dos niveles, el señor o gobernador, y el parlamento bienal. Cada una de las 13 divisiones subordinadas tiene su gobierno organizado, con su magistrado jefe al frente de él. Podemos juzgar la forma de todos ellos por el de la metrópolis, que se llama a sí misma, en todas las leyes, la noble e ilustre república de Bilbao. Esta ciudad tiene su alcalde, quien es a la vez gobernador y presidente de justicia; sus doce regidores o consejeros, fiscal general, etc... y todos estos, bajo los títulos de consejo, justicia y regimiento, reunidos en el palacio consistorial, dictan las leyes en nombre del señor de Bizkaia, quien luego las confirma.
Estos funcionarios, es verdad, son elegidos por los ciudadanos, pero por ley tienen que ser elegidos, al igual que los diputados al parlamento bienal o junta general, de entre miembros de unas pocas familias, sin mancha, tanto por parte de padre y madre, por mezcla con moros, judíos, nuevos conversos, penitentes de la Inquisición, etc... Tienen que ser nativos y residentes, poseer mil ducados y no tener intereses en negocios, manufacturas o comercio, y, por general acuerdo entre todas las merindades, todos sus diputados de la Junta General y todos sus regidores, síndicos, secretarios y tesoreros, deben ser nobles, al menos caballeros, de tal manera que nunca hubieran ejercitado ningún trabajo manual, ni ellos ni sus padres.
Vemos así que el mismo pueblo ha establecido por ley una aristocracia acordada bajo la apariencia de una democracia liberal.
¡Cuidado, americanos!
Aunque vemos aquí, en el gobierno general y en el de cada ciudad y merindad, las tres ramas del poder, el de uno, el de pocos y el de muchos, sin embargo, aunque ello fuera tan democrático como algunos han pensado, en absoluto podríamos inferir del ejemplo de esta pequeña comunidad asentada en unas pocas impracticables montañas, en un círculo de aproximadamente 50 km de diámetro, la utilidad o viabilidad de este tipo de gobierno en cualquier otro país.
La tendencia a la division, tan evidente en todos los gobiernos democráticos, atemperada, sin embargo, con poderes aristocráticos y monárquicos, se ha hecho visible al separarse Gipuzkoa y Araba del (conjunto) Lo único que ha evitado nuevas divisiones ha sido el miedo a sus vecinos.. Siempre supieron que tan pronto como cayeran en facciones o intentaran innovaciones, la Corte de España intervendría y les impondría un gobierno que no iba a ser muy de su gusto.


LOS GRISONES.
En la república de las Tres Ligas de los Grisones, el soberano es todo la gente de una gran parte de la antigua Retia. Se le llama República democrática de las tres ligas. 1. La liga de los Grisones. 2. La liga Caddee. 3. La liga de las Diez Jurisdicciones. Estas tres están unidas por la confederación perpetua de 1472, que ha sido renovada varias veces.La soberanía reside en el pueblo (los comunes) y todo es decidido por una pluralidad de voces. Los comunes eligen e instruyen a sus diputados para la asamblea general, que es realizada una vez al año. Cada liga elige también a su jefe o presidente, que preside las asambleas, cada uno en su liga. La asamblea general se reúne un año en Ilanz, en la liga de los Grisones; un año en Coire, en la liga Caddee; y un año en Davons, en la liga de las Diez Jurisdicciones. Hay otra asamblea ordinaria, compuesta por kos presidentes y los tres diputados de cada liga, que es llevada a cabo en Coire el mes de enero. Además de estas asambleas regulares, se convocan congresos: estas asambleas tienen lugar en Coire. Las tres ligas forman un único organismo en los asuntos generales, y, aunque una liga tiene más diputados que otra, se cuentan los votos sin distinción de ligas. Dirigen separadamente sus asuntos particulares. El país tiene aproximadamente 175 km de longitud y 150 km de ancho.
Incluso en este feliz país, donde la igualdad es mayor que en casi cualquier otro, hay familias nobles, quienes, a pesar de que viven del cultivo de la tierra como sus vecinos y piensan que ello no es una desgracia, están orgullosas de la inmensa antigüedad de su linaje, y se vanaglorian de ello, tanto como lo hizo Julio César, que descendía de una diosa..

LAS PROVINCIAS UNIDAS DE LOS PAÍSES BAJOS
Hay en Frisia y Overyssell, y quizás en la ciudad de Dort, ciertos restos de poderes democráticos, los fragmentos de un antiguo edificio, que puede posiblemente ser reconstruido, pero como no hay nada que favorezca la idea de Mr. Turgot, no consideraré este país de momento.

2020/05/06

JOHN ADAMS EN EL PAÍS VASCO


John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos (1), pasó unos días en el País Vasco en 1780 en su camino hacia París. Allí llevaría a cabo tareas diplomáticas esenciales para la independencia de su país (1783).
No hemos encontrado ninguna versión en castellano del libro Works of John Adams, Second President of the United States, escrito por su nieto Charles Francis Adams y publicado en Boston en 1851, y nos hemos animado a traducir las partes de ese diario en que menciona a nuestro país.

Pongamos el contexto:
A principios de diciembre de 1779 la fragata militar francesa Sensible, que transporta a John Adams desde Boston a Francia, sufre una importante vía de agua y tiene que entrar de arribada forzosa en el puerto gallego de El Ferrol.
Las perspectivas de una rápida reparación de la nave son poco halagüeñas y Adams decide proseguir su viaje por tierra.
Después de unos días de estancia en El Ferrol y La Coruña la comitiva, formada por 13 personas, 13 mulas y tres calesas, inicia su andadura por una ruta que se superpone al Camino de Santiago (2). El grupo, encabezado por el propio Adams, está constituido por dos de sus hijos, John Quincy (3) y Charles, de doce y nueve años respectivamente; Mr Thaxter, tío de los niños y su tutor; Francis Dana, secretario de Adams; Mr. Allen, Sam Cooper Johonnot, tres sirvientes y dos muleros que les acompañarán hasta Francia.
El camino es malo y las posadas, en opinión de los viajeros, poco confortables. Las quejas se centrarán en el frío, el humo que llena las cocinas españolas, que les sorprenden por su falta de chimeneas y ventanas. Los cultivos están descuidados y los viajeros tienen la sensación de que lo único valioso en aquellas tierras está en el interior de las iglesias, y que las únicas personas bien alimentadas son las que pertenecen al clero.
Después de días de penoso recorrido llegan al desfiladero de Pancorbo. Es aquí donde comenzamos la traducción del libro.


Diario de John Adams (extracto)

Jueves, 13 de Enero [de 1780]
Viajamos desde Briviesca a Pancorbo, donde comemos. Atravesamos [Pan]Corbo, un pueblo con media docena de pequeñas aldeas a la vista, todas con iglesia propia. Pancorbo se encuentra donde comienza la zona montañosa. Hay una especie de viejo camino carretil, que sube por el lado más empinado de las peñas. Pasamos entre hileras de montañas, las más altas y escarpadas que haya visto nunca. Son la frontera entre Castilla la Vieja y Bizkaia. Pancorbo es el último pueblo de la vieja Castilla. En Puente de la Rada (4) nos paran unos guardias y nos piden el pasaporte. Muestro el pasaporte, del Gobernador de Galicia, lo leen con mucha atención y nos dejan pasar. Por la tarde andamos nuestras buenas cuatro leguas y ahora estamos en Espejo, en la mejor posada que haya visto. Sin embargo, la cocina es de estilo español y en la casa, como en todas las demás, no hay ninguna chimenea. Todas las posadas en que hemos estado se encuentran repletas de grabados e imágenes religiosas. La habitación en la que ahora escribo tiene dos camas, en la cabecera de cada una de ellas hay una vasija de porcelana de Delft para agua santa o bendita. Así mismo, sobre cada cabecera hay una pulcra cruz de unas 10 pulgadas de largo, con una imagen de Jesucristo, de algún metal como estaño, metal de campana (5) o peltre. En la pared hay un cuadro de la Virgen María del Monte Carmelo y otros muchos, que no tengo paciencia de anotar. Desde Espejo, donde estamos ahora, iremos a Orduña, a cuatro leguas, y de allí a Bilbao, que está a 6.

Viernes, 14
Viajamos de Espejo a Orduña, 4 leguas. Todo la carretera está hecha con mucho esfuerzo, pero lo más curioso es el descenso de las montañas de Orduña. Estas son esencialmente peñas de gran altura. Sin embargo, se ha abierto una carretera desde lo alto de ellas hasta bastante abajo en el valle. Después de zigzaguear durante un buen trecho, en el que se observan las marcas de los barrenos en las rocas, se llega finalmente a una zona de pendiente en la que la única forma de hacer la carretera, para que un carro pueda subir o bajar, es hacerla serpentear. Al pie de estas montañas hay un fértil valle, en cuyo centro está el pueblo de Orduña.
En este reducido espacio se apiñan dos conventos, uno de frailes y otro de monjas. Mientras pasamos, veo a los perezosos zánganos franciscanos en las ventanas de sus celdas. Al pie de las montañas tenemos que pagar un pequeño peaje para el mantenimiento de la carretera. El administrador manda inspeccionar nuestros baules, pero le enviamos nuestros pasaportes, y esto trae como consecuencia un atento mensaje de su secretario, que dice que ha visto mi nombre en la Gazeta (6), que se alegra de que haya llegado, que me desea éxito y prosperidad, y que quiere saber si necesito algo, o si puede ayudarme de alguna manera. Le contesto que se lo agradezco, etc..., pero que no necesito nada. Por la tarde continuamos por la carretera, que sigue el curso de un pequeño río que nace en las montañas de Orduña, y descendemos entre dos hileras de montañas hasta Luyando, donde nos alojamos esta noche, a cuatro leguas de Bilbao. La posada es tan sucia e incómoda como casi todas las que hemos visto. Ayer y hoy nos hemos encontrado con un gran número de mulas cargadas con productos de Bilbao. Las mulas y sus arrieros tienen muy buen aspecto en comparación con los que hemos visto hasta ahora. Su carga es pescado en salazón, sardinas, bacalao y un tipo de pescado que se ve mucho aquí, besugo. Transportan también herraduras, preparadas en Bilbao para venderlas en diferentes partes del Reino. Las montañas de Bizkaia, de Bilbao, de Orduña y Pancorbo, llamadas con esos nombres, son las más notables que haya visto nunca. Felipe V hizo la primera carretera a través de las montañas de Pancorbo; el actual Rey (7) ha hecho la mayor parte de la que atraviesa los montes de Orduña. Es molesto ver el hermoso valle de Orduña consumido por tal cantidad de colmenas de zánganos. Es un hermoso, fértil y bien cultivado lugar, casi el único que he visto en Bizkaia, apto para el cultivo.

Sábado, 15 de Enero
Seguimos la carretera junto al río, entre dos hileras de montañas, hasta llegar a Bilbao. Poco antes hemos visto el Pan de Azúcar (8). Es una montaña de forma piramidal a la que se llama de esa manera. La ciudad está rodeada de montañas.
La posada donde estamos es tolerable, y está situada entre una iglesia y un convento. Desde que llegamos hemos estado amenizados con la música del convento.
Poco después de nuestra llegada nos visitan los capitanes Babson y Lovat. Lovat zarpará rumbo a América en cuanto tenga viento favorable y Babson [también lo hará] muy pronto. Ambos tienen patente de corso.
Caminamos junto al río, lo que ha sido bastante agradable. Mientras estábamos ausentes en nuestro paseo, el Sr. Gardoqui y su hijo han venido a visitarme.

Domingo, 16
Descansamos y escribo

Lunes, 17
Comemos con los dos Sres. Gardoqui y con un sobrino de ellos. Después de la comida, los caballeros nos acompañan a la iglesia parroquial, al otro lado del camino; luego a la vieja iglesia parroquial de Santiago, que fue seguramente erigida en el año 1300. El altar mayor parece muy antiguo, labrado con imágenes de madera, la obra está muy bien ejecutada. El coro, la sacristía, etc..., como los de todas las demás iglesias. Después vamos a la Cámara de Comercio (9). Esta es una curiosa institución; anualmente, en cierto día a principios de Enero, se reúnen todos los comerciantes de Bilbao, escriben sus nombres en una bolas o papeletas que se introducen en una caja. De ella se sacan al azar 4 nombres. Estos cuatro nombran un cierto número de consejeros o senadores. Pero tengo que indagar más sobre este tema. Este consejo de comercio trata, inicialmente, de poner de acuerdo a todos los comerciantes en litigio; si no tienen éxito, se debe presentar una solicitud al consejo mediante petición escrita. Posteriormente, esta es atendida y resuelta, quedando sujeta a apelación en algún [otro] lugar. Aquí no hay cónsul de Francia, Inglaterra u Holanda ni de cualquier otra nación. El Consejo de Comercio se opone a ello. La cámara está adornada con cuadros de los actuales reyes y de los inmediatamente anteriores, etc., cuadros de las bolsas de Londres, Amsterdam, Amberes etc. Los capitanes Babson, Lovat y Wickes han comido con nosotros. He hablado con el Sr. Gardoqui en nombre de quince prisioneros americanos huidos de Portugal, y he acordado que se les suministren ropas por un importe de seis dólares por hombre. Le he dicho que no tengo autoridad, y que no puedo asegurarle el reembolso, pero que creía que el Congreso haría todo lo posible para reintegrárselo.
Hay una academia en Bergara para la juventud de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba (10). Ayer, un tal Mr. Maroni, un caballero irlandés, vino a visitarme.
Las tierras de Bizkaia están básicamente en manos de sus habitantes, hay pocos señoríos. Los duques de Berwick y Medinaceli tienen aquí algunas propiedades pero no son considerables. En las crecidas de primavera la profundidad [de la ría] es suficiente para el intercambio comercial y permite que en el canal floten navíos de 100 toneladas.

Martes, 18
Pasamos el día paseando por la ciudad. Deambulamos por el muelle junto al río, por el mercado de frutas y verduras: coles, nabos, zanahorias, remolachas, cebollas, etc.; manzanas, peras, etc., pasas, higos, frutos secos, etc. Vamos hasta la puerta por donde entramos en la ciudad, luego subimos hacia el monte por unas escaleras de piedra, y vemos bonitos jardines, zonas verdes y vegetación. Volvemos y vemos el puesto de un vendedor de libros; luego paseamos, una a una, por todas las calles de la ciudad. Posteriormente nos reunimos con los Sres. Gardoqui, quienes vienen con nosotros para mostrarnos algunas tiendas: cristalerías, tiendas de porcelana, de baratijas, de chucherías, y cuchillerías. No encuentro nada de mucho valor. Sin embargo, hay algunos almacenes y tiendas, muy grandes y llenos.

Miércoles, 19
Bajamos por el río a visitar el Rambler, un patente de corso de 18 cañone, que pertenece a Mr. Andrew Cabot, de Beverly, y cuyo comandante es el capitán Lovat; y el Phoenix, un bergantín de 14 cañones, propiedad de los Sres. Tracy, de Newburyport, y que tiene por comandante al capitán Babson. Babson nos hace los honores con dos salvas de 13 cañonazos y Lovat con otra más (11). Comemos en una taberna junto a la ría y disfrutamos de una agradable jornada. Vamos a ver un barco correo nuevo en el Real Astillero y los nuevos tinglados para fabricar jarcias, que tienen 210 brazas de longitud (12).

Jueves, 20
Aunque hemos intentado hacer el máximo ejercicio posible y entretenernos tanto como podíamos, y a pesar de la atención y hospitalidad de los Gardoqui, que han hecho todo lo que estaba en su mano para complacernos, nuestra estancia en este lugar ha estado, sin embargo, muy lejos de ser cómoda. Todos estamos enfermos, con fuertes resfriados y toses; algunos de nuestros criados y niños se encuentran tan mal que vivimos bajo la sombría aprensión de tener que retrasarnos mucho y, quizás, de perder a algún miembro de nuestro grupo. Aquí las casas, como en cualquier otro lugar [de España] no tienen chimenea ni fuego bajo ni ventanas, y no hemos podido hallar ninguna de esas comodidades a las que hemos sido acostumbrados desde la cuna ni ese placentero y tranquilo descanso a la hora de dormir, del que tanto depende la salud y felicidad. El día 20 reunimos la suficiente determinación para salir de Bilbao y, atravesando un montañoso país y por malos caminos, llegamos al río o, mejor dicho, al arroyo que separa España de Francia. Las casas en Bizkaia y Gipuzkoa parecen ser más grandes y adecuadas que las de Galicia, Castilla o León, pero las posadas son prácticamente iguales. En la última casa de España encontramos una chimenea, la única que hemos visto desde aquella en la casa de M. Déstournelles, cónsul francés en La Coruña. En nuestro recorrido hemos visto unos pocos pueblos a lo lejos, uno de ellos Fuenterrabía. Llegamos a San Juan de Luz, primer pueblo de Francia, y comemos allí; y nunca un cautivo escapado de prisión estuvo más feliz que yo; porque allí todo estaba limpio, agradable y confortable, en comparación con todo lo que hemos encontrado en cualquier parte de España.
Domingo, 23
Llegamos a Bayona. Aquí pagamos a nuestro guía español, con todo su cortejo de caballos, calesas, carros, mulas y criados. Para hacerles justicia, siempre han mostrado disposición a ayudar y a ser lo más amigables posible; y no hemos tenido razones para lamentar ningún comportamiento impropio por parte de ninguno de ellos. Me he visto obligado a vender mi mula, cosa que he lamentado mucho, porque es un excelente animal y me ha servido muy bien. La he vendido por lo que me había costado. Hemos comprado un carruaje y alquilado otros para nuestro viaje. He visitado al Gobernador y él me ha devuelto la visita.

Notas
(1)  John Adams fue presidente de los EEUU en el período 1797-1801 y vicepresidente  con el primer presidente norteamericano, Georges Washington (1789-1797).
(2)  El recorrido fue El Ferrol, La Coruña, Betanzos, Castillano, Bahamonde, Lugo, Gallego, Cebrero, Villafranca del Bierzo, Ponferrada, Astorga, León, Mansilla, Sahagún, Paredes de Nava, Celada del Camino Burgos, Briviesca, Pancorbo…
(3)  John Quincy Adams, sexto presidente de los EEUU en el período 1825-1829.
(4)  Puentelarrá.
(5)  Un tipo de bronce.
(6)  Gazeta de Madrid del 24 de diciembre de 1779.
(7)  Carlos III.
(8)  ¿Monte Serantes?
(9)  Consulado de Bilbao.
(10) El Seminario de Bergara, de la Real Sociedad Patriótica Bascongada de Amigos del País.
(11) 13 cañonazos en honor de las 13 colonias norteamericanas rebeldes.

(12) En Zorroza, a una legua de Bilbao. Documentada actividad astillera desde el siglo XV, Zorroza alcanza su periodo de esplendor en los siglos XVII y XVIII. En 1764 el Astillero Real de Zorroza fue designado como constructor de barcos correo.